Todo empezó en 1973, cuando El
Rocky Horror Show, una fantasía musical escrita
por Richard O’Brian, debutó en el Royal Court Theatre de
Londres, Inglaterra. La obra que trata de dos estudiantes fresas sumergidos
en un mundo decadente (con una mezcla de rock’n roll, sexo y ciencia
ficción) resultó ser un rotundo éxito. Al llegar
a Estados Unidos, se montó en el entonces legendario teatro Roxy
de Los Angeles, en el que un ejecutivo de la Fox, entusiasmado, decidió
llevarla a la pantalla convirtiéndola en el Rocky
Horror Picture Show (RHPS
para los iniciados).
Pese al gran éxito que había tenido la obra teatral en los
escenarios, la película, que se estrenó en 1975, resultó
ser un fracaso de taquilla. Sin embargo, años después en
una sala de Nueva York, en la función de media noche, empezó
a llegar gente vestida como los personajes de la película, incluso
algunos de los asistentes se sabían de memoria los diálogos.
El cine se había convertido en el lugar de reunión de las
criaturas de la noche de aquella época. Una noche durante la escena
del aguacero, cuando Janet saca un periódico para taparse de la
lluvia, alguien del público gritó: “Estúpida,
porque no compras mejor un paraguas”. Así nacen las leyendas…
Poco a poco, la gente empezó a desinhibirse e interactuar
frente a la pantalla mientras pasaba la película: Un mito había
nacido. En las grandes capitales del mundo crecío un mito underground
que se propagó hasta convertir al RHPS
en un clásico de culto.
A más de una década de su estreno, la función de
media noche del RHPS sigue
siendo una experiencia única. El show se presenta actualmente en
Paris, Londres, Sidney, Tokio, Munich y un sin número de ciudades
de Estados Unidos.
El elenco que actúa está a siempre constituido
de aficionados, fanáticos que perpetúan el mito. Es gente
extrovertida del público que sueña en convertirse por una
noche, en un extraño ser, caracterizados por ser voluntariosos
al confeccionar ellos mismos sus trajes. Anualmente se realizan convenciones
en las que se reúnen todos los fanáticos del RHPS.
Existen cientos de sitios de internet, canales de chat y todo lo relacionado
con la película se ha convertido en objeto de coleccionistas.
En México el musical se estreno a final de los 70s
(de seguro nadie de ustedes ni siquiera habían nacidos). La producción,
puesta en escena y traducción era cargo de nada menos que Julissa
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